La creciente importación de maquinaria, equipos, materiales y otros para los megaproyectos orientados al desarrollo de Bolivia ha rebasado la capacidad del puerto chileno de Arica, que es el principal muelle marítimo al servicio de Bolivia.
“Viendo que el crecimiento del volumen y la frecuencia de las importaciones de mercadería de proyectos ha sido tan importante, que de alguna manera ha saturado el puerto chileno de Arica y si bien se han hecho sustanciales inversiones éstas no son suficientes, pues la llegada de mercancía se estanca”, informó el gerente general de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Javier Hinojosa.
El ejecutivo recordó, por ejemplo, que el puerto se saturó cuando la estatal Mi Teleférico importó desde Austria equipos electromecánicos, cabinas, torres, cables, balancines y otros materiales para el montaje de los proyectos del sistema de transporte por cable que se ejecuta en La Paz.
Hinojosa señaló que también se sobrepasó la capacidad del puerto de Arica cuando llegaron las turbinas para varias termoeléctricas y otros equipos destinados a proyectos eólicos de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE). Añadió que a ello se suma la compra de equipos y maquinaria para varios emprendimientos de exploración y explotación de hidrocarburos.
El gerente afirmó que si bien Arica es un buen atracadero debido a que está a una distancia interesante del país, su ubicación geográfica y sus condiciones técnicas generan algunas limitaciones.
En 2016, el volumen de las importaciones bolivianas llegó a 1,7 millones de tonelada, de las que 83,73% (1,4 millones de toneladas) se trasladó en tránsito por Arica. En tanto, el 15,62% (266.959 toneladas) de esas operaciones se efectuó por Iquique y el restante 0,63% (73.163 toneladas) por Antofagasta, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que fueron sistematizados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). El año pasado, la empresa privada Terminal Puerto Arica (TPA) movilizó algo más de 3 millones de toneladas, 1% más de lo alcanzado en 2015 (3,06 millones de toneladas).
De esas cifras, más de la mitad del volumen transportado por TPA corresponde a la carga en tránsito por territorio boliviano.
Si bien la empresa admitió que el incremento de la carga es bajo, valoró que la cifra refleje la relevante posición de la firma para el intercambio comercial de la macrozona andina.
El gerente general del TPA, Diego Bulnes, explicó que “los resultados positivos” son fruto del trabajo en equipo y de las “importantes inversiones” efectuadas en equipamiento e infraestructura como el equipo humano que trabaja en la compañía privada que administra el puerto chileno desde 2004.
El gerente de la estatal Administración de Servicios Portuarios – Bolivia (ASP-B), David Sánchez, informó –en una entrevista con La Razón- que en los últimos cinco años se ha incrementado de manera importante la importación de cargas masivas y sobredimensionadas para los megaproyectos encaminados al desarrollo del país.
Detalló que en 2016 la ASP-B fiscalizó la recepción y despacho de este tipo de cargas y pudo evidenciar que la maquinaria y equipamiento para la planta industrial de carbonato de litio en Potosí rebasó la capacidad instalada del fondeadero de Arica.
El ejecutivo recordó que cuando se internó maquinaria para la Empresa Pública de Cementos de Bolivia, situada en Oruro, y equipamiento para la construcción de la planta Incahuasi de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ubicada en Santa Cruz, así como cuando llegaron las turbinas para las terminales hidroeléctricas, la capacidad portuaria de Arica fue superada.
Sánchez sostuvo que en la última década el comercio exterior del país tuvo una fuerte expansión por el crecimiento económico, el alza sostenida de la inversión pública, los megaproyectos destinados sobre todo al sector productivo e infraestructura.
“Esto ocasionó una mayor necesidad de atención del puerto de Arica tanto en equipamiento como en personal, pero lo que se ha visto es que ese muelle no ha respondido en dichos sentidos de acuerdo con el crecimiento de la economía del país”, aseguró.
Entre 2007 y 2016, el valor de las compras bolivianas se duplicó de $us 3.588 millones a $us 8.427 millones, según datos del IBCE.
El gerente de la estatal de servicios portuarios bolivianos dijo que el año anterior se importó, a través de la ASP-B, 113.786 toneladas de carga sobredimensionada que rebasó la capacidad y los espacios de los muelles administrados por TPA.
“Este aspecto evidencia las constantes fallas de las máquinas con las que cuenta el operador por su sobreutilización, lo que muestra que el incremento de la carga no es equiparable con el incremento de las inversiones del operador”, sostuvo.
Afirmó también que actualmente en el puerto de Arica de los 14 portacontenedores que hay, nueve están en funcionamiento y el resto está en mantenimiento.
Sánchez reveló que se conoció que TPA, en contacto con clientes bolivianos, solicitó que la carga masiva se transfiera a extrapuertos para su almacenamiento porque el espacio para su recepción era insuficiente. Producto de esto, los importadores tuvieron que cubrir una serie de costos adicionales por el traslado de los equipos.
Añadió que el embarcadero de Antofagasta también presenta limitaciones para el tránsito de minerales por las constantes condiciones operativas que plantea el Gobierno chileno y el operador privado, lo que provoca el encarecimiento de los servicios portuarios y afectan a los productos importados y exportados desde y hacia el país.
El muelle no responde a los exportadores del país
Las exportaciones bolivianas también registraron un alza sostenida que excedió la capacidad y condiciones del puerto de Arica. Ante esto, el sector exportador afirmó que se debe desarrollar otros muelles para trasladar la carga boliviana.
El presidente de la Cámara nacional de Exportadores de Bolivia (CANEB), Guillermo Pou Munt, dijo que el ascenso progresivo de las ventas saturó las instalaciones del fondeadero de Arica que no tiene condiciones para asimilar la cantidad de carga que llega en tránsito a mercados de ultramar. Sostuvo que esto es un problema para Bolivia y por ello se debe discutir alternativas para el movimiento de la carga nacional y desarrollar otros atracaderos.
Precisó que emplear Arica significa un costo adicional del 32% respecto al flete de otros puertos porque, más allá del Tratado de 1904, el sistema por allí es lento, burocrático y está sujeto a inspecciones y no está adecuado para atender la expansión acelerada que ha experimentado Bolivia.
El vicepresidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, aseguró que la empresa TPA presta “una atención deficiente” porque su equipamiento y personal no cubren la demanda del comercio exterior del país. Entre 2007 y 2016, el volumen de los envíos se elevaron en 46.86%, al pasar de $us 4.822 millones a $us 7.082 millones.
El Tratado de 1904, firmado como efecto de la Guerra del Pacífico (1879-1883), obliga a Chile ceder en favor de Bolivia y “a perpetuidad el más amplio derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos”. Arica y Antofagasta están en este régimen.
Fuente: Especial del impreso La Razón por el Día del Mar