“Con Chile identificamos cuatro temas: tema marítimo, Silala, Lauca y libre tránsito, hay otros, pero éstos son los cuatro grandes temas que debemos trabajar seriamente para resolver temas pendientes”, dijo en entrevista con Bolivia Tv.
Choquehuanca manifestó que en el tema marítimo luego de una acción dilatoria para entablar el diálogo, que parece una política de Estado de Chile, es que Bolivia decidió sentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para lograr una salida soberana al Pacífico.
Recordó que en 2006, en el primer Gobierno de Michelle Bachelet, se elaboró una agenda de 13 puntos entre los que se encontraba el tema marítimo, más adelante, en 2010 en la gestión de Sebastián Piñera se firmó un acta que establecía comenzar la redacción de propuestas “concretas, útiles y factibles” sobre ese tema; sin embargo, hasta la fecha nunca se verificó esa tarea.
El diplomático boliviano aseveró que Chile “nos ha robado nuestro mar“, pero refirió que su interés fue más allá pues desde mucho antes realizó trabajos para desviar las aguas del Silala a su favor, asunto que también se inscribió en la agenda de los 13 puntos y de manera “unilateral”
A esos temas, añadió Choquehuanca, el libre tránsito por los puertos chilenos de Arica y Antofagasta donde una comitiva de Gobierno verificó entre el 18 y 19 de julio una serie de irregularidades, malos tratos y discriminación a los transportistas de carga internacional.
Así también dijo que el desvío del río Lauca es un tema pendiente de resolución.
Sin embargo, afirmó que los bolivianos nunca se dieron por vencidos, pues “sabemos que un día vamos a recuperar nuestro mar y estamos en proceso de recuperar nuestros saberes, autoestima, alimentos, música, filosofía, recursos hídricos, Lauca y otros temas pendientes”, mencionó.
El canciller instó a la unidad a los bolivianos y a conocer “nuestros derechos” porque sólo así se puede hacer efectiva la defensa.
“Los bolivianos ya nos hemos levantado, conocemos nuestros derechos, pues para defenderlos es importante conocer la verdadera historia, nuestra historia y eso nos compromete a la lucha de manera conjunta”, argumentó.
Ratificó que Bolivia es un país pacifista y rechaza la “guerra” pues proviene de la cultura de la muerte, que no se practica.
“La guerra no es parte de nuestra cultura, está asociada a la cultura de la muerte; la rechazamos”, indicó.